Existe una amplia variedad de
minerales en la Tierra. Los hay
sólidos (oro y níquel),
líquidos (mercurio o el petróleo),
quebradizos (yeso o cal)
y gaseosos (gas natural). La naturaleza los presenta acumulados en lugares conocidos como yacimientos, los cuales se encuentran al aire libre o en el subsuelo a diferentes niveles de profundidad.
La minería es la segunda industria de extracción de Bolivia, por detrás de los hidrocarburos, en la década de los años
1980 la extracción de minerales sufrió una grave crisis debido al descenso de los precios de los minerales en los mercados mundiales. Bolivia es uno de los principales productores de
estaño, las principales minas se se han encontrado yacimientos de este mineral precioso, así como piedras preciosas utilizadas principalmente en joyería, la más solicitada es la
bolivianita, piedra única en todo el mundo.
Entre las riquezas mineras del país, las mayores se concentran en los departamentos occidentales como
Potosí,
La Paz y
Oruro, en las que se encuentran el
estaño (4º productor mundial),
plata (11º productor mundial),
cobre,
tungsteno,
antimonio,
zinc, etc. En las regiones orientales tropicales, principalmente en los departamentos de
Santa Cruz y
Beni, se encuentran los yacimientos más importantes de
hierro[4] ) y
oro (cerro San Simón). Importantes también las
gemas como la
Bolivianita,
Ayoreita,
Anahita,
Amatista y
Milenium procedentes siempre de las tierras bajas tropicales.
Otro dato importante son los grandes yacimientos mineralógicos existentes en suelo nacional como la mina de
plata a cielo abierto más grande del mundo, en proceso de extracción,
San Cristóbal, El
Mutún, el tercer yacimiento de
hierro y
manganeso del mundo, con una reserva de 42.000 millones de toneladas del primer mineral, en proceso de licitación en
junio de 2006, con lo cual proveerá de
hierro al país, así como la complementación de una industria siderúrgica, que abastecerá de
acero a todo el territorio nacional, así como países vecinos. El
Salar de Uyuni, la mayor reserva de
potasio y
litio del mundo, este último considerado la energía del futuro, así como la de mineral de
sal.
El sector de los hidrocarburos es la principal fuente de ingresos económicos del país, ya que cuenta con las segundas mayores reservas de
gas natural de América del Sur, con 48 trillones de pies cúbicos, y petróleo en menor cantidad con una producción de 16.194.089 de barriles anuales, el gas natural se exporta a los países limítrofes, principalmente a los mercados de
Brasil y
Argentina, el primero es el principal comprador del gas boliviano, ya que tiene un contrato de compra de unos 20 millones de pies cúbicos diarios. representando la principal fuente de ingresos, estos recursos eran administrados o eran propiedad de compañías extranjeras principalmente
Petrobras (Brasil) e
Repsol-YPF (
España-Argentina), así como otras muchas capitalizadas por el estado, hasta el
1 de mayo del año
2006, en el cual estos recursos pasaron a manos del estado boliviano los cuales serán administrados por la empresa estatal
YPFB. La producción de
hidrocarburos está concentrada en la faja preandina correspondientes principalmente a los departamentos de
Cochabamba,
Santa Cruz, y
Tarija.
La producción de
hidrocarburos, concentrada en el oriente y sur del país, es principal fuente de ingresos económicos, ya que cuenta con la segunda mayor reserva de
gas natural de
América del Sur (48 trillones de pies cúbicos) que se exporta a
Brasil y
Argentina,
[5] y yacimientos de
petróleo en menor cantidad (16,2 millones de barriles al año) que abastecen el mercado nacional.
Es una
actividad económica primaria (pues los minerales se toman directamente de la Naturaleza)
que se refiere a la exploración, explotación y aprovechamiento de minerales.
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